Teatro Italiano por Candida Höfer

Candida Höfer
“Theatre in Napoli”
(2009)


Candida Höfer, nació en Eberswalde, Brandemburgo, Alemania, en el año 1944.
Es una destacada fotógrafa alemana, que se centra de hace más de tres décadas, en la realización de un extenso cuerpo de imágenes que muestran interiores de edificios público y semi-públicos.
Se forma primero en la Kunstakademie de Dusseldorf (1973-76) y después estudia fotografía con Bend y Hilla Becker (1976-82) en la Academia de Arte de esta ciudad alemana. Desde fines de los sesenta su fotografía se orienta hacia la captación de entornos sociales y culturales. 
Observando por primera vez el trabajo de esta fotógrafa, se puede distinguir notoriamente un rasgo que caracteriza su obra, hay una predominancia de la arquitectura en su fotografía. Claramente trabaja con el espacio, y en este caso, un espacio interior. 
La fotografía está trabajada desde una perspectiva frontal, en donde podemos ver que la artista se posicionó en el escenario para poder explayar hacia el fondo del teatro la dirección de la cámara. Eso permite capturar la forma de la estructura arquitectónica del edifico, dar sensación de gran espacio, gran altitud, y un juego con los colores del lugar. No habría resultado de esa forma de haber fotografiado el escenario que reduce completamente el cuadro ay le otorga protagonismo a lo que es la tarima. Por deducción se comprende entonces, que lo que busca la fotógrafa con posicionarse desde ese ángulo es mostrar más que nada la expansión y belleza de la arquitectura del edificio más que su funcionalidad en sí.
En cuanto al aspecto más técnico, el cuadro posee una simetría casi impecable en donde no sólo podemos observar los asientos del lugar, sino también los balcones, las entradas, y hasta la mitad del techo. Con esto nos muestra lo necesario para que se explicite el hecho de que es un teatro, y tal vez las personas que ya han estado allí puedan incluso reconocerlo.
¿Qué es lo interesante en fotografiar un espacio vacío en donde resalte la arquitectura? 
Me imagino que puede radicar en el tamaño de los espacios cuando están des-habitados.
Cuando tenemos una pieza en nuestra casa en la que pasamos tiempo todos los días, y de un día para otro la vaciamos completamente, automáticamente la vemos más pequeña de lo que es, y cuando no hay personas ese tamaño se reduce aún más. 
En el caso de este teatro, aún sin las personas que podrían caber en él, lo vemos enorme y no nos concentramos en los detalles mínimos que están dentro, sino que se muestra como un todo, y lo que prima significativamente es la forma, tan firme y pregnante que hasta pareciese estar todo delineado. Eso logra, visualmente, que la fotografía se divida en tres partes horizontalmente: arriba el techo, en medio todo lo que corresponde a los balcones, y abajo los asientos. También podríamos trazar una línea vertical en medio que dividiría la foto en dos quedando justo en medio del pasillo. A eso me refería con la simetría anteriormente.
La fotografía en sí caracteriza un cierto orden, además de pulcritud y una planificación previa, otorgada enteramente por la estructura arquitectónica del teatro y la posición que escogió la artista al momento de tomar la foto.

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