El despertador (The Alarm Clock) 1914






Diego Rivera 
(Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez)
8 de diciembre de 1886 Guanajuato México -24 de noviembre de 1957
 México D.F.
Naturaleza Muerta
París, 1914

Óleo sobre tela
51 x 63 cm
Período Cubista
Casa Azul, Frida Kahlo Museum
Colección privada del museo



Diego Rivera a la edad de tres años comenzó a dibujar, desde la edad de 10 años estudió en la Antigua Academia de San Carlos fundada bajo el nombre de la "Real Academia de San Carlos de las Nobles Artes de la Nueva España" en el año de 1781, en México D.F. Actual UNAM.


Durante toda su vida Rivera se caracterizó por ser un hombre mujeriego y muy codiciado entre las mujeres, estuvo casado cinco veces, con Angelina Beloff, Marie Vorobieff- Stebelska, Guadalupe Marín, con las cuales tuvo cuatro hijos, Diego, Marika, Ruth y Guadalupe, su penúltima esposa fue la pintora mexicana Frida Kahlo, con quien no tuvo hijos. Después de la muerte de Frida se casó con su agente Emma Hurtado.


En el año 1907, y con 21 años de edad gana una beca y emigra a Europa, ingresando en el taller de Eduardo Chicharro en la Academia de San Fernando de Madrid, por 15 años se dedica a estudiar en países como España, Francia e Italia, durante esos años abandona sus estudios académicos y se interesa por las vanguardias artísticas en plena proliferación en esa época. Durante éste tiempo sus  pinturas se caracterizan por reflejar un intento hacia el cubismo sintético, como podemos apreciar en las obras Composición con reloj de 1914 y El Guerrillero o Paisaje Zapatista de 1915 de su etapa parisina. Experimentó con óleos, acuarelas, pasteles, encáustica, fresco y temple sobre tela, cartón, papel y corcho prensado.  Luego de dejar esta influencia le parecen muy interesantes las obras de frescos renacentistas de 1400 como las pertenecientes al pintor Il Giotto.
En 1916 expone su obra en Nueva York junto a los artistas Cezanne, Van Gogh, Picasso y Braque.  


En 1922 regresa desde Italia a México donde estudia a profundidad la iconografía y el arte maya así como el azteca, luego co-funda el sindicato de pintores con artistas como David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, donde surgiría el movimiento muralista mexicano, identificado con los ideales revolucionarios mexicanos y teniendo una profunda raíz indígena.


Durante toda la década de los años 20 obtiene encargos del gobierno para realizar murales de gran envergadura, es aquí donde abandona toda corriente artística para generar un estilo nacional que identificara la historia del pueblo desde la época precolombina hasta la Revolución, de este modo todas las escenas se llevaron a cabo con colores fuertes y vibrantes y con realismo evocando siempre a escenas particulares de la historia de la conquista e independencia mexicana. El presidente de ese momento José Vasconcelos lo llama para realizar murales alrededor del país en edificios gubernamentales, como lo es La Gran Ciudad de Tenochtitlan de 1945, donde se muestra la representación romántica de la historia y a la vez se puede apreciar, el deber de educar al pueblo a través de la narración y la enseñanza en la imagen pictórica.
Siempre fue muy comprometido con la política y eso se puede reflejar en sus obras de la segunda mitad de su vida, con su adhesión al socialismo y la instauración del Partido Comunista Mexicano.


En la década de los años 30 viajó a la Unión Soviética y vivió en Estados Unidos dejando una variedad de grandes murales en las ciudades de San Francisco, Detroit y Nueva York donde vivió con Frida Kahlo, y mantuvo mucha actividad exponiendo y pintando encargos.


El período cubista en Rivera es poco conocido, sin embargo es variada, extensa y de excelente calidad artística, va desde 1913 a 1918 durante su estadía en París, cuando aparecen sus primeros cuadros cubo-futuristas, y luego hacia una etapa plenamente cubista muy influenciada por su amigo Pablo Picasso, cuyo primer encuentro se llevó a cabo en 1914, cuando fue mandado a llamar por Picasso a través del pintor chileno Julio Ortiz Zárate. También durante ese tiempo conoció a Juan Gris en la Societè des Artistes Independents. Luego de que Picasso realizara versiones de sus pinturas Rivera y Picasso se distancian por discrepancias mutuas.  En la autobiografía de Diego Rivera afirma : “ …No creo que ningún pintor posterior a Picasso no haya sido influido por éste de algún modo. Siempre me he sentido orgulloso no sólo de que Picasso haya sido mi profesor, sino de que sea mi amigo muy querido y sincero. “
Luego al terminar 1918 se desliga de ésta y comienza una parte de su pintura influenciada por el pintor Paul Cezanne,


En la pintura podemos apreciar que los objetos están bajo múltiples perspectivas, y siempre abordando los ángulos, y geometrización de las formas de los objetos.
Las pinceladas toscas en contraste con aquellas más finas que definen los detalles  dejan entrever el espacio seccionado, abstracto y ordenado de una mesa con aquellos elementos de una realidad predispuesta a partir de su experiencia. Los colores vibrantes exageran la realidad de la naturaleza muerta y avivan la percepción del valor que estos objetos pudieron haber tenido en su vida cotidiana.
Los colores que utiliza en su pintura están claramente ligados a sus estudios, a su influencia cezanniana y a Picasso, obteniendo degradaciones de tonos y logrando una excelente capacidad de concebir los tonos que generen volumen, espacialidad, así como luz y sombra. Sus trazos exagerados en algunas áreas manifiestan la intención del artista por dar protagonismo a la figuración de los objetos dejando de lado aquellas partes que sólo constituyen el fondo o aspectos pictóricos sin definir.
Su complejo uso del color no es casualidad, de lejos su pintura no alcanzaría a expresar los intervalos y valores que propone en cada centímetro que cubre de pintura, sin embargo de cerca se puede evidenciar la marcada diferencia entre colores y tonos que utiliza para que la visualidad del todo genere el efecto deseado, o sea la ilusión óptica del color y el fenómeno en donde el ojo amalgama la superficie con la mirada para generarse una imagen.


La composición está elegida en base a que la superposición de los planos en los que cada objeto está situado nos da la noción de su estadía en España y otros países europeos, como se puede distinguir en el abanico, el reloj despertador de cuerda, la baraja de cartas escrita en ruso, el contenedor de vidrio, el laúd o guitarra clásica, los libros y cuadernos que fueron parte de la identidad de un momento y un lugar determinado en la vida de Rivera mientras se encontraba estudiando en Madrid.  


Bibliografía










Diego Rivera, Biografía 2007, en www.diegorivera.com


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